Violencia contra la mujer: desafío moral del Estado dominicano
Al igual que la lucha contra la corrupción, la lucha por la no violencia contra la mujer es una de las más grandes reivindicaciones sentidas y reclamadas por la sociedad dominicana.
Por: RAFAEL NINO FÉLIZ
Es el momento de que el tema de la lucha a favor de la NO violencia contra la mujer sea discutido en grandes y pequeños escenarios.
Santo Domingo. – Al igual que la lucha contra la corrupción, la lucha por la no violencia contra la mujer es una de las más grandes reivindicaciones sentidas y reclamadas por la sociedad dominicana. La primera ya tiene sus primeros frutos en la presente gestión de gobierno. Y es el primer pilar y sostén moral de la imagen pública de la presente administración del presidente Luis Abinader.
Aunque podemos seguir mejorando esta lucha tan necesaria para el país, con acciones patrióticas y administrativas desde el propio Estado, que vayan más allá de las acciones judiciales del Ministerio Público. La naturaleza misma de cualquier estado lo permite -y obliga- como rector del bien común. Lo que queremos decir es que el Estado dominicano -en la lucha contra la corrupción- ha debido sacar máximo provecho para convertirla en un hecho cívico, educativo y pedagógico para la conciencia cívica de toda la nación, especialmente para la juventud.
En la dirección del planteamiento anterior, expusimos al inicio de gestión algunas posibles líneas de trabajo -publicadas en este medio – que pudieran ser valoradas desde las instancias oficiales, en la dirección de ampliar el espectro de esta importante lucha del actual gobierno y la sociedad, sin inmiscuirse jamás en los aspectos que tienen que ver estrictamente con la justicia.
Nuestra visión consiste en darle una dimensión de carácter cívico, educacional, patriótico y popular a dicha lucha. Y esta pretendida dimensión, que creemos debe dársele a este hecho, tiene en esencia carácter de Estado. ¡Qué es el Estado, sino un instrumento de orden, control, garantía y protección del bien común? Cualquier estado está en el deber de promover y sacar beneficio social de los casos que puedan servir de hechos sociales moralmente ejemplarizadores que impacten positivamente en la conducta o comportamiento de la ciudadanía.
La lucha por la no violencia contra la mujer tiene de base una gran fuerza social y moral que puede convocar a toda la nación para ponerle fin, o por lo menos reducir significativamente, a esta tragedia convertida en uno de los peores males que afectan a la sociedad dominicana. La violencia contra la mujer es un crimen de gran dimensión y se realiza públicamente a la vista de familiares y de la propia comunidad, tomado como escenario abominable, convertido en una pandemia social que llena, día a día, de vergüenza a toda la República Dominicana.
Debemos reconocer que el presidente Luis Abinader ha demostrado un gran coraje y voluntad política para enfrentar los males de la nación. Por esa razón, reiteramos que es el momento de que el tema de la lucha a favor de la NO violencia contra la mujer sea discutido en grandes y pequeños escenarios para realizar profundos debates y discusiones para abordar desde las ciencias sociales este enorme problema que afecta a nuestras mujeres y a toda la nación.