Planificación financiera familiar como respuesta a la inflación
Empezamos diciendo que quien no planifica tendrá grandes dificultades en el camino para alcanzar el éxito.
Por: RAFAEL NINO FÉLIZ
Santo Domingo. –Este primer día del año 2022 sería una muy buena ocasión para realizar una reunión familiar, con alegría y esperanza, y decidir cómo abordar todo lo concerniente a los compromisos de gastos fijos.
Empezamos diciendo que quien no planifica tendrá grandes dificultades en el camino para alcanzar el éxito. Esto es válido para todas las cosas humanas. Sin planificación estratégica no hay éxito en la guerra. La propia empresa debe sobrevivir frente a la batalla de la competencia en el mercado y los costos de producción.
La vida misma de las familias pobres -económicamente, pues poseen la riqueza del amor- tiene sus batallas diarias de una guerra que no tiene fin. Ver a una abuela o una madre hacer la comida del día, casi de la nada, es observar una obra del ingenio humano, de amor e inventiva y una necesaria planificación.
Las proyecciones de los expertos del área económica no vislumbran una solución a mediano plazo de la situación inflacionaria. Algunos hablan de años para la solución. Sin embargo, bajo la incertidumbre creada por la pandemia y la mutación constante del virus, así como también de los factores que tienen que ver con la cadena de suministro, nadie posee la seguridad de lo que ocurrirá a futuro con los precios en los mercados.
La presente inflación afecta con más fuerza a los sectores populares o a las personas de más bajos ingresos, cuyas finanzas, ya de por sí afectadas durante décadas, han perdido la capacidad de maniobra para adquirir los productos de primera necesidad de la llamada canasta familiar. Esto obliga a las personas de pocos recursos económicos a planificarse urgentemente. La inflación no es culpa del gobierno actual, es un fenómeno mundial.
La planificación no es una categoría clasista sino un hecho necesario e imprescindible en toda empresa, grande o pequeña. Es necesario ver en este momento, para sobrevivir, a la familia como una empresa, que necesita planes. Sólo de esta manera, pueden las personas de bajos ingresos hacer los reajustes hogareños que les permitan, si no ahorro, cosa sumamente difícil en los tiempos inflacionarios, por lo menos garantizar la menor afectación de sus economías e impedir los gastos innecesarios, en una cultura general con vocación al consumismo.
Este primer día del año 2022 sería una muy buena ocasión para realizar una reunión familiar, con alegría y esperanza, y decidir cómo abordar todo lo concerniente a los compromisos de gastos fijos y ocasiones que tenemos que enfrentar y definir, aplicando medidas precisas que nos permitan calidad del gasto. Diariamente gastamos en cosas que no son necesarias. A veces no sabemos que no es lo mismo comer, que alimentarse. Si observamos cada uno de nuestros gastos, advertiremos que sí es posible hacer ahorro en beneficio de las finanzas de la familia, que tanto lo necesita.