El 14 de Junio en el alma popular
0
0
Luchando en las calles por la libertad, aprendimos a conocer las ideas políticas y el programa de gobierno de los expedicionarios del 14 del junio del 59, que lo entregaron todo -incluyendo sus propias vidas- para instaurar en el país un gobierno verdaderamente democrático.
El 14 de junio es una fecha que se conmemora profundamente en el alma del pueblo dominicano. Esto no ocurre como producto de una escuela que, cívica y curricularmente, nos haya enseñado -desde la niñez y la adolescencia- a venerar ese formidable hecho patriótico tan singular y democrático en la historia de nuestro país. El sistema educativo nuestro, por asuntos de intereses políticos e ideológicos, escamotea las verdaderas razones y las reales raíces democráticas e históricas de este importante acontecimiento político. Aunque muchas escuelas y colegios sí lo enseñan.
Para los hombres y mujeres de mi generación, y de otras generaciones, el mes de junio era esperado para realizar actividades de recordación como homenaje a los expedicionarios del 1959. El 1J4, escrito en las grandes paredes de los barrios, se nos alojó en el alma de adolescentes que iniciábamos nuestra búsqueda de la libertad frente a la represión, la persecución brutal, las desapariciones de jóvenes, las torturas y las cárceles llenas de personas inocentes acusadas injustamente bajo falsos expedientes fabricados en los cuarteles.
Los jóvenes de aquella época, luchando en las calles por la libertad, aprendimos a conocer las ideas políticas y el programa de gobierno de los expedicionarios del 14 del junio del 59, que lo entregaron todo -incluyendo sus propias vidas- para instaurar en el país un gobierno verdaderamente democrático. En esa acción, propia del espíritu juvenil, esencialmente patriótica, conocimos los fundamentos e ideales del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, a Manolo y a las hermanas Mirabal. Aprendimos más con los militantes democráticos y progresistas, que con la escuela y el sistema educativo dominicano y las instituciones estatales. ¡Para transformar la sociedad dominicana, la escuela debe cambiar!
