Caamaño. Militar a Guerrillero: una película para educar ciudadanos
0
0
Esta película es una oportunidad para que los profesores, líderes religiosos, políticos, comunitarios y empresariales motiven a los jóvenes para que conozcan los hechos históricos y sus actores.
Los que hemos seguido los ideales de mártires y héroes, aprendimos muy temprano que las ideas no mueren. Nuestro poeta Manuel del Cabral lo expresó más tiernamente: "hay muertos que van subiendo cuanto más su ataúd baja".
Con la presencia masiva de centenares de ciudadanos del más alto nivel político, social y cultural, René Fortunato estrenó una de sus más grandes obras cinematográficas el pasado jueves en el Teatro Nacional de la Plaza de la Cultura.
Esta película recoge, en términos generales, la vida del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó en sus tres dimensiones: la primera cuando fue un alto oficial de carrera de las fuerzas armadas del país; la segunda, el militar convertido en líder político, cívico y patriótico que defiende la democracia y el retorno al poder del profesor Juan Bosch en la Guerra Patria de Abril del 65; y la tercera dimensión: Caamaño transformado en guerrillero y revolucionario.
En palabras del propio René Fortunato, la obra cinematográfica de su autoría, tiene entre sus objetivos rescatar, preservar y difundir la memoria histórica del pueblo dominicano, utilizando el arte de las imágenes en movimiento: el cine.
Durante el desarrollo de la película, o en sus escenas, podemos encontrar imágenes inéditas del coronel Caamaño, tanto en su vida militar, como en la Revolución de Abril del 65; en Inglaterra; su entrenamiento en Cuba y también en su vida como guerrillero.
Rafael Nino Féliz
Esta película se presentará a partir del 16 de febrero en varias salas de cine en el país. Creemos que es de suma importancia la promoción de dicha cinta cinematográfica para que nuestros ciudadanos y ciudadanas puedan asistir con sus familiares, amigos y relacionados.
La presentación de esta película es una oportunidad para que los profesores, líderes religiosos, políticos, comunitarios y empresariales motiven a los jóvenes para que conozcan los hechos históricos y sus actores. Es la mejor forma de construir ciudadanía
