Santo Domingo Este: Choque de la eficiencia del presente: contra el mal superado del pasado.
Por Milton Olivo
Santo Domingo Este se ha transformado en un campo de batalla donde el presente, ayer futuro anhelado por todos, resiste el asedio de un pasado que cañonea constantemente por haber sido derrotado y sepultado.
Y la gran verdad es, que esta ciudad, que en el pasado era sinónimo de cientos de vertederos, hoy brilla como un ejemplo de limpieza y orden, reflejando un cambio profundo y significativo.
Santo Domingo Este se ha transformado en un campo de batalla, donde por un lado, crece, se desarrolla y prospera un futuro de limpieza y progreso anhelado por todos, representando por su alcalde Dio Astacio, atacado sin cuartel por el pasado superado
En este contexto, el mal tradicional, representado por la vieja política y prácticas corruptas, intenta sin éxito impedir que la nueva gobernanza, basada en la eficiencia y la honradez, se convierta en la norma y ejemplo.
Este enfrentamiento descarnado recuerda la célebre frase de Don Quijote: "Sancho, los perros ladran, significa que avanzamos".
La naturaleza del mal, al sentirse amenazada por la eficiencia y honradez de la administración del presente, recurre a la descalificación como su única estrategia de supervivencia.
El contraste entre el pasado y el presente de Santo Domingo Este es evidente. Antiguamente conocida por su perenne población de vertederos y suciedad, hoy la ciudad es un ejemplo de limpieza y progreso.
Este cambio no es casualidad, sino el resultado de una nueva, eficiente y creativa gerencia, que ha desplazado y derrotado a la vieja política, caracterizada por la corrupción, la incapacidad y el fracaso.
La nueva política en Santo Domingo Este, liderada por una figura como Dio Astacio, cuyo accionar se basa en principios de eficiencia y honradez. Estos valores han resultado intolerables para aquellos que en el pasado mantenían a la ciudad en un estado de abandono y desorden.
La reacción del mal, ante la imposibilidad de soportar esta nueva realidad de bienestar, se manifiesta en intentos constantes por desacreditar y socavar los logros alcanzados.
Es natural que el mal, al no poder competir en términos de eficiencia y honradez, recurra a la descalificación del bien como su única forma de sobrevivir.
En este sentido, Santo Domingo Este se convierte en un espejo de la lucha universal entre el bien y el mal, donde la nueva política, con su enfoque en el bienestar común, se enfrenta a la vieja política, que solo busca preservar sus privilegios a costa del progreso de la sociedad.
Santo Domingo Este, es una ciudad que ha dejado atrás su pasado de oscuro vertedero, para convertirse en un ejemplo de luz, limpieza y eficiencia.
La nueva política de la alcaldía de Santo Domingo Este, encabezada por el Pastor Dio Astacio, basada en la honradez, la gerencia y la eficiencia, continúa su camino hacia un futuro prometedor, a pesar de los intentos del mal por desacreditarla. Al final, la ciudad y sus habitantes complacidos demuestran que el bien siempre prevalece, incluso cuando los perros ladran.