Patanas y otras especies: urge un plan educativo cívico-vial

POR RAFAEL NINO FELIZ
Es necesario la articulación de un plan efectivo que involucre a autoridades del gobierno, municipales, universidades, congresuales, escuelas, colegios, gremios, iglesias y al amplio sector del liderazgo comunitario de todo el país.
Apelar a la memoria para recordar el trágico accidente que se produjo en Haina por una patana y su desaprensivo patanista, si lo pensamos bien, sólo sirve para lacerarnos. Sin embargo, recordar el mismo hecho negativo para convertirlo en una experiencia positiva para elaborar un plan estratégico; un programa o proyecto educativo cívico-vial que nos evite tanto dolor y tantas lágrimas, nos podría convertir, quizás, en un país que pase a la historia, dentro y fuera de la nación, como modelo, enfrentando un gran mal o problema que nos afecta a todos.
Si es cierto que la magnitud de los accidentes mencionados no son los de más alta frecuencia estadística; no es menos cierto que este tipo de problema o fenómeno va cada día en aumento en las calles y carreteras del país y los datos están a la vista de todos. No se trata de si el vehículo es pesado o no; se trata de la posición que ya ocupa el país en esta materia. Basta con caminar o manejar en las calles de este país para darnos cuenta del pésimo nivel de educación cívica de los conductores. Y empeorado después de la pandemia.
Planteamos lo anterior, movido por una preocupación ciudadana; además, conscientes del inmenso poder creativo de los dominicanos y porque sabemos y tenemos la fe en que nuestro país puede cambiar esa realidad que nos coloca como número uno en accidentes de tránsito o automovilísticos a nivel internacional.
El patanista del accidente de Haina no está muy lejos del chofer del autobús lleno de turistas en la autopista de Bávaro en la región Este del país. Patanas, camiones, camiones volteos, los encontramos en todas las calles de las ciudades. El problema no es la presencia de la especie en términos automovilísticos, sino la ausencia de educación vial y cultura cívica de los sujetos que conducen estos aparatos mecánicos, que están causando una situación muy lamentable a la ciudadanía y una gran preocupación al gobierno. Las causas de los grandes accidentes de tránsito están ahí en los archivos policiales y en los tribunales.
Es necesario la articulación de un plan efectivo que involucre a autoridades del gobierno, municipales, universidades, congresuales, escuelas, colegios, gremios, iglesias y al amplio sector del liderazgo comunitario de todo el país. Lo que estamos planteando es una acción dirigida a movilizar a la nación dominicana alrededor de un problema que preocupa a la ciudadanía e impacta más allá de lo nacional.