ERAN LAS TRES DE LA TARDE CUANDO MATARON A LOLA

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Por: RAFAEL FRIAS KELLY

UN INTERESANTE ENSAYO CONTRA LOS FEMINICIDIOS

Recuerdo que cursé el segundo de básica en una  de las llamadas Escuelas Hogares que funcionaban en la ciudad de Santo Domingo en el 1961, año del ajusticiamiento del tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina. Específicamente este centro estaba situado en la calle Juana Saltitopa, entre la Paris y la actual 27 de febrero del barrio de Mejoramiento Social. 

También llega a mis recuerdos que la profesora de ese grado era la señorita Luisa, quien repetía a sus alumnos con seis, siete, ocho años de edad   una y otra vez , la siguiente frase: :”Los hombres que golpean a las mujeres son unos bárbaros” y repetía de manera insistente: :”Los hombres que golpean a las mujeres son unos bárbaros” y luego nos preguntaba: ¿Cómo se llaman los hombres que golpean a las mujeres?. Los niños  de manera inocente respondíamos “Bárbaros”. "Bárbaros" una y otra vez.

Este relato pone de manifiesto que la violencia contra la mujer ya existía y de manera grave, porque de lo contrario no se explicaría el comportamiento de la señorita Luisa.  También evidencia esta historia, que en la escuela dominicana había una preocupación con este tema.  Ya se encaminaban esfuerzos para  formar a los niños  y contrarrestar  el creciente mal.

Eso es en República Dominicana.  En países de América Latina, como  Cuba, donde cuenta la historia de la ocurrencia de  un feminicidio  o femicidio  que ha trascendido en el tiempo: El asesinato de Lola. 

Lo que cuenta la historia.

Eran las tres de la tarde cuando mataron a Lola, y dicen los que la vieron que agonizante decía "Yo quiero ver a ese hombre que me ha arrancado la vida, yo quiero verlo y besarlo para morirme tranquila".

 ” A las cinco en punto de la tarde, un niño llevó una manta blanca  para cubrir el cuerpo del criminal, ajusticiado mientras trataba de escapar y arrastrado junto a Lola, quien le besó antes de exhalar el último suspiro. Eran las cinco de la tarde y sólo dos horas después del suceso se hizo justicia”.

Al momento de escribir este artículo mas de 200 mujeres han sido afectadas por este mal en lo que va de año.  Se tejen muchas teorías con relación a los feminicidios.  Hasta se intenta modificar los códigos para ampliar las penas a los homicidas. 

Humildemente creemos que este flagelo que afecta gravemente a la sociedad dominicana, no es de tan fácil solución.  Necesitará mucho tiempo, esfuerzo y dedicación.

Es por tal motivo que recreamos uno de estos feminicidios, supuestamente ocurridos en La Habana Cuba en el 1948.  Algunos dicen que   sucedió antes de 1935 y atribuyen al compositor puertorriqueño Rafael Hernández, ser el autor de  las letras de una famosa canción alusiva a este trágico acontecimiento.  Se dice que Lola era una mesalina de La Habana y fue asesinada por uno de sus amantes.

Se transmite de generación en generación, por medio de la llamada lengua oral, que el agresor No pudo soportar que fuera tan puta y le clavó un puñal en el pecho”.

El suceso se produjo a las 3:00 de la tarde y su asesino, quien era un reputado médico, pensó erróneamente que el hecho cometido no trascendería, y probablemente ocuparía un par de líneas en los titulares de la prensa esa fatídica tarde.

No resultó de ese modo, cuentan las malas lenguas, que  el presidente de Cuba, al momento de suceder el crimen , Ramón Grau San Martín dirigió un discurso a la población, al final de su gobierno, miró su reloj y dijo: ”Coño las 3:00 de la tarde, la hora en la que mataron a Lola”, y la frase quedó grabada por siempre en la memoria popular de los latinoamericanos, en especial de los cubanos   

Lamentablemente, lo que quedó en la memoria popular, no fue la muerte de Lola, sino la hora en que se produjo el hecho.

De esta trágica historia extraemos varias conclusiones:

1.-El asesino no era una analfabeta, carente de educación. Se trataba de un prestigioso médico de La Habana, Cuba. 

En nuestro país hemos vivido la experiencia de profesionales bien preparados, que han cometido este delito, en perjuicio de su pareja y de otras personas.

Recordemos en los años 80, el caso del doctor Leonardo Matos Berrido, quien dio muerte a su esposa, una ciudadana de Perú. Junto a ella mató a un chofer de la desaparecida Unión Nacional de Choferes Sindicalizados,(UNACHOSIN),  que la ayudaba a cambiar un neumático del carro en el parqueo del hotel Embajador, llanta previamente pinchada por el homicida.  Esto demuestra que estos agresores no necesariamente carecen de educación. El doctor Matos Berrido ocupó nada más que la posición de Secretario de Estado de Educación,en el gobierno de los doce años del presidente Joaquín Balaguer.

Diferente a lo acontecido con Lola, este dirigente político del Partido Reformista Social Cristiano no pagó el crimen cometido.

2.-Lo que trascendió en la historia no fue el asesinato de Lola, sino la hora de su muerte, lo que indica que no se enfatiza en lo fundamental, que es el valor de la vida humana, sino en lo accesorio, que es la hora que se produjo el crimen.

3.-La poca autoestima que tenía la infausta Lola. 

La historia narra que ella solo decía:” Yo quiero ver a ese hombre/ que me ha quitado la vida/ yo quiero verlo y besarlo/para morirme tranquila. 

El asesinato cometido no fue un acto de amor, por tal motivo la respuesta de la moribunda no se corresponde ni siquiera con el perdón, uno de los ejes fundamentales del cristianismo.

Este ejemplo, que necesariamente no es el más apropiado, pone en evidencia que los feminicidios no constituyen  un flagelo exclusivo de esta época, ni  de  la República Dominicana. 

También es una muestra de que es un fenómeno con profundas raíces en la cultura popular machista y hembrita.  Decimos hembrita porque todos conocemos aquella frase de muchas féminas que vociferan en riñas barriales: “Amarren a sus gallinas que yo tengo mi gallo suelto”

El relato evidencia el salvajismo que se vivía en la época. No se permitió que la justicia actuara El victimario fue “cazado y su cuerpo arrastrado junto a Lola, quien le besó antes de exhalar el último suspiro”.

¿Puede existir un acto de sub desarrollo y barbarie en una sociedad mas grave que lo narrado en el párrafo anterior?  Que nuestros lectores respondan esta interrogante.

Consideramos que la forma, como la sociedad dominicana y los sectores gobernantes están manejando el problema de los feminicidios, no es adecuada.

Se precisa trabajar en la escuela desde la infancia, para formar las nuevas generaciones de niños y niñas, con una nueva visión de la relación hombre mujer. No creo que la solución la encontremos recogiendo firmas , ni haciendo letreros, marchas y piquetes,  

La sociedad en sentido general ha cambiado. Las estadísticas registran que hay más mujeres que hombres  estudiando en liceos y universidades del país. Las féminas de hoy son diferentes a las de ayer.  Las nuevas generaciones no están dispuestas a soportar el “yugo” masculino que han padecido estoicamente durante miles de años. 

Cuando las damas intentan zafarse de las ataduras, se agudiza el conflicto. 

Se precisa preparar a las mujeres en áreas fundamentales para que puedan defender su propia vida. Para lograr este propósito es necesario que cada mujer entienda el peligro que la acecha

Se constituye en una necesidad la ejecución de políticas estatales y educativas, orientadas a cambiar el modo como debe afrontarse este  problema.

En tal virtud, sugerimos que desde la escuela se forme a las mujeres en carreras técnicas que disminuya su dependencia económica del sexo opuesto. 

Sería importante dotarlas de las herramientas necesarias, de estudios profundos de autodefensa personal: Judo, Karate, Lucha y otras disciplinas que permitan a las damas enfrentar y defenderse de cualquier agresión, venga de donde venga. Es preciso que las mujeres puedan desarrollar un olfato o sentido que le advierta cuando corran peligro de su  pareja o ex pareja.

Finalmente sugerimos que entre las modificaciones legales que se puedan realizar, se contemple la supresión del DE a las mujeres que contraen matrimonio.

¿Quién ha dicho que una persona es propiedad de otra? 

Ese DE constituye una aberración legal que hay que modificar. La mujer puede estar perfectamente casada, si es su voluntad, sin incluir términos que de por si, afectan la igualdad entre la pareja, porque legalmente estamos reconociendo que la mujer es propiedad privada, lo que no se corresponde con la verdad y a la vez crea una sensación de posesión que puede  impactar en mentes débiles del sexo masculino.    

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